Por Dr.
David R. Reagan
Estamos viviendo en una época cuando la
fe cristiana está siendo atacada como nunca antes en la historia de esta nación
(Estados Unidos – trad.). Parece que hay un nuevo asalto cada mes en la forma
de representaciones blasfemas de Jesús o burlas hacia la Biblia.
Aun peor que los ataques paganos, son los
que vienen desde dentro del Cristianismo, mientras la apostasía en la Iglesia
continúa creciendo exponencialmente.
¿Quién hubiera imaginado siquiera hace 20
años que las iglesias de hoy estarían ordenando homosexuales y llevando a cabo
matrimonios entre personas del mismo sexo? ¿O que líderes cristianos estarían
desafiando los fundamentos de la fe tales como el nacimiento virginal, los
milagros de Jesús, Su resurrección y Su promesa de regresar?
Puedo entender los ataques paganos.
Incluso puedo entender su creciente frecuencia e intensidad. Después de todo,
Satanás conoce la profecía bíblica (Ap. 12:12), y sabe que Jesús está a punto
de regresar en cualquier momento.
Lo que es realmente repugnante para mí
son los ataques provenientes desde dentro del Cristianismo. No estoy
sorprendido por ellos, porque la Biblia profetiza una y otra vez que una gran
apostasía se producirá en la Iglesia en los tiempos del fin (2 Tes. 2:3). Pero
aún así, los encuentro desalentadores.
Eric Barger, uno de los principales
defensores de la fe en la Cristiandad, me contó recientemente acerca de un
servicio de adoración en el área de Seattle que contó con la presentación de
Brian McLaren, el líder del apóstata Movimiento de la Iglesia Emergente.
McLaren desafió la interpretación tradicional de la Iglesia de Juan 3:16, el
cual aplica a la salvación personal. En cambio, lo aplicó a la tierra,
argumentando que cuando dice, “De tal manera amó Dios al mundo”, ¡estaba
hablando acerca del cosmos y el medio ambiente! Su llamada al altar consistió
en invitar a las personas a pasar al frente y a pegar sus manos en barriles de
tierra y que hicieran un compromiso para salvar el planeta.
Este hombre, sin embargo, quien niega la
existencia de la verdad absoluta, afirma ser un evangélico y ha sido invitado a
hablar en lugares como el Seminario Teológico de Dallas y en la Universidad
Cristiana de Abilene. Parece que el discernimiento está muerto.
Ésta es la razón por la que decidí
enfocar nuestra conferencia bíblica anual de este año no en profecía, sino en
apologética – la defensa de la fe.
Encuestas de opinión pública llevadas a
cabo por el Grupo Barna revelan que los cristianos profesantes de América hoy
en día, no conocen las doctrinas fundamentales del Cristianismo ni saben cómo
defenderlas. Peor aún, aquellos que piensan que saben lo que creen confiesan
que ellos creen cosas directamente contrarias a las Escrituras.
Gran parte de esta ignorancia es debida
al hecho de que la Palabra de Dios no está siendo proclamada desde los púlpitos
de las iglesias americanas. Ha sido reemplazada por cancioncillas psicológicas
acerca de los principios de auto-superación.